miércoles, 3 de julio de 2013

Apareció el color y la alegría, los enigmas, la risa... se volatilizaron.

"Y ahí afuera
donde yo habito a veces
sin desoír a la manada pero caminando siempre al margen
consumido por la terca voz que entretiene mi cabeza.

Ahí afuera
donde se habla con las mismas palabras
pero se trata de un diferente idioma
y la niebla cada vez desciende más rauda de las montañas.

Ahí afuera.
Ese afuera,
que ya nunca pudo fundirse más,
ni "ser" en mis adentros,
pueblan gentes sin rostro,
corre el tiempo neurótico
y muere todo pensamiento.
En todos los bulevares donde los coches son demasiado veloces y las mentes...

demasiado lentas."

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