viernes, 7 de enero de 2022

Una vez ahogados... no oímos más sus lamentos.


Nadie pintaba por si mismos,
paisajes en occidente 
antes de Brueghel.
Y aún así,
su belleza reside
en la repugnancia mórbida representada
del alma humana.
Zorras campesinas.
Putos rurales.
Doble filo.
Navidad.
Complejos urbanitas.
Clasismo del s. XVI.
Asentir.

Junto a la niebla de Flandes,
que se pasea frente a mí,
solo escucho música
de autores muertos,
palidez y náusea
hielo seco,
y siento que el fuego
tiene alma
pero no malicia.

Es fácil así,
tener nostalgia de lo no vivido,
volver al refugio
aún huir de la vergüenza,
cuidar los dientes y los pies,
por encima de todas las cosas.

¿Cómo un país
con tan pocos km de costa
podía contar en sus filas,
con tan alto número de piratas?

No quedan ordalías
para que el que no es dichoso.

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