domingo, 10 de noviembre de 2013
Cuando me siento un completo gilipollas, entiendo cómo es la cotidianeidad del resto de la gente que me rodea.
Existen ciertas mujeres que no tiene ni idea de lo quieren. Creen saber a la perfección, qué es lo que persiguen. Construyen su parecer, su hacer, su manera de percibir; en torno a ese ideal y toda la supuesta seguridad que brinda la contundente coherencia contenida en dicha idea. Pero tú; que no eres más inteligente que un insignificante grano de maíz grasiento adherido por azar a la campana extractora de la cocina, pero aún más obtuso; que acostumbras a dilapidar la raquítica fortuna que supone tu existencia penique a penique, sabes con certeza que no es así. "Arriba" puede significar "Abajo" en la sola sucesión de 10 minutos. Ni que decir de esto si pensamos en el cómputo de 10 años. A pesar de ello te advierto... Ni se te ocurra cometer nunca el error de decírselo a ellas sin tapujos y de manera directa a la cara. Hay cosas, que al igual que el Tao, no pueden enseñarse: han de de ser aprendidas. Por esta regla de tres, nosotros podemos aprender con intensa seguridad una acepción muy amplia de lo que el término "Relativismo" puede abarcar. Tenemos excelentes preceptoras para ello. No todo está tan perdido. A menos de que esté "jodidamente" perdido. En cuyo caso, siempre puedes sentirte reconfortado de poder seguir respirando y de que, como decía Plinio, la "verdad esté en el vino".
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