miércoles, 24 de febrero de 2021

Fried liver attack


Qué es 

si no un pecio,

olvidado y diluido

por la amnesia vanidosa 

de los que aún vivos 

desafían con impavidez,

lo pasado,

lo enterrado

lo ubícuo y

lo una vez,

contingente.


Un pecio

desgarrado

que balbucea obediente a la corrientes,

tan magro como cadavérico

calmo y diabólico

a duras penas tilitante,

a ráfagas perceptible y

en lo muy profundo horadado,

densa circunspección 

de toscos efluvios marinos altisonantes

que bajo el agua pesada 

se tornan sordos

opacos

y ahogados.


Presas del olvido

como dientes de un pacú,

la familia Lykov

o la insospechada Trsitán de Acuña.


Todo esto

será,

tu recuerdo: 

un pecio.


El ulular efímero

de un cárabo solitario en la noche.

Una tumba tal.

Un ataúd forjado en plomo negro

como la que sus acólitos más fervientes

ofrecieron al demonio Drake

en los cálidos mares del Caribe

antes de saquear

con ira desatada y lascivo fuego

la podredumbre húmeda

la disentería seductora

de Portobelo.


Los vivos no somos

más que piratas sin amo

que bien pronto olvidamos,

para con los muertos.

jueves, 4 de febrero de 2021

Philidor defense

 



Olor a ajos fritos

y salitre

sobre los suelos mojados,

moscas revoloteando 

entre calles oscuras.


En la facultad,

aquel dinosaurio se mofó en público

de mis perspectivas sobre 

el poder político internacional.

Estuvo ausente, pensé tal vez,

en todo el siglo XIX.,

y en el surgir del Vitalismo.


Todos esos bandoleros

a cargo de los ministerios,

no habían sido 

si no bebés de Groos,

satisfechos y alucinados

por el común placer de 

"ser la causa".


Los vicios,

han de ir todos

bien guarecidos,

en el mismo bolsillo,

me digo.


Alimentar un cáncer futuro,

que vendrá,

la profilaxis social,

residir en Onania,

todas las memorias de Urartu;

proselitismo.


Inertitud y

sabañones.


Lo peor de la muerte

no es la muerte en sí,

si no la no existencia,

la ausencia.