Soy un haiku
viajando de noche,
accediendo al día.
Dejando tras de mí
la última tormenta.
A estas alturas
las de mi piel estriada,
en el frío reflejo de lo pasado
en un "Paname" anónimo,
Villon yacía ahorcado.
Al cesar la huída
exhalo.
Tú no crees
que haya tenido
sueños azules del futuro,
que durmiera extinto
a tu pies en la noche,
que por placer haya capeado,
frías azoteas denudadas.
Después de estornudos
y sacros despertares,
no me importa cuando
volvamos a vernos.
Siempre hay humo en mi ventana.
Cierro tus ojos y veo
pasos sinuosos,
cumbia foresta
pavor a la mediocridad
vehemente embriaguez vilipendiada;
una "fente" pálida,
tímida, excelsa,
tirana.
Me rindo
a todas esas cosas en la vida
que no requieren ser comprendidas,
si no sin condiciones
amadas.
accediendo al día.
Dejando tras de mí
la última tormenta.
A estas alturas
las de mi piel estriada,
en el frío reflejo de lo pasado
en un "Paname" anónimo,
Villon yacía ahorcado.
Al cesar la huída
exhalo.
Tú no crees
que haya tenido
sueños azules del futuro,
que durmiera extinto
a tu pies en la noche,
que por placer haya capeado,
frías azoteas denudadas.
Después de estornudos
y sacros despertares,
no me importa cuando
volvamos a vernos.
Siempre hay humo en mi ventana.
Cierro tus ojos y veo
pasos sinuosos,
cumbia foresta
pavor a la mediocridad
vehemente embriaguez vilipendiada;
una "fente" pálida,
tímida, excelsa,
tirana.
Me rindo
a todas esas cosas en la vida
que no requieren ser comprendidas,
si no sin condiciones
amadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario