que yace bajo nuestros pies.
Caldearse las entrañas
con cigarrillos y
pensar que sobrevivir,
enfrentarse al espejo,
cada día
es un último término,
en sí.
Paso de Bolán,
los muertos chirrían sus dientes
acompañando nuestro paso.
Es imposible ignorarlo
y entonces comprendes
algunas cosas.
Pedro el Ermitaño y la pimienta:
detonaciones, iconoclasia,
carroña fresca;
ríos de sangre medieval.
Cipolla se ríe pero sentencia:
es tarde para engañar
a otros.
Es tarde para olvidar que
en lo que habitas es
una lucha silenciosa,
un camino procústeo,
al que en silencio
conviene sonreír.
Ja!