lunes, 24 de abril de 2017

Alzando la vista.

La pobreza material
alarga los periodos,
ensancha las esperas,
dilata el deseo.

Mata lo fútil en lo inmediato.

El pobre en pecunia
o el  exiguo en amistad,
yerra, atiende, espera;
por cien años
la caridad de Caronte.

En este lapso
de interioridad
o malditismo del destino
labra observación y reflexión:
Lenta.
Sinuosa.
Pero nada baldía.

Allí reside tal vez,
su auténtica riqueza.

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