sábado, 21 de enero de 2017

Puedes ver la vida como yo la veo

Vivir ha de ser
como asir con fuerza y firmeza
con ambas manos
un afilado cuchillo
y dejar que la herida surja,
la sangre fluya.

Los ojos solo a veces,
permanecen cerrados.
Párpados plegados.

Sentir,
dolor sincero
pero momentáneo,
iniciático.

Esa es
si no se aplica remedio,
la consciencia absoluta y plena
de un camino sin retorno.

Recorrer y digerir la tragedia
de la cuestión del tiempo.

Vivir los últimos momentos
a través de ríos cálidos de sangre
que se vertiginan tímidos
lentamente por los brazos
hasta formar un sobrio charco en el azulejo.

Brillante u opaco.
Espeso o licuado.
Más objetivo que subjetivo.

No hay duda.

Esa es
la verdadera crudeza sin mentira,
la deconstrucción por costumbre banalizada.

Consumirse.

sábado, 7 de enero de 2017

Geld(o)

He tardado dostrescuatro
horas,
en acabar de afeitarme
y hay cenizas recientes en
la fresca brisa de invierno.
Piel seca.
Piel muerta.
Piel anónima. 

Una comida al día,
una reconfortante cagada al día,
una buena botella de vino tinto cada noche.

Confórmate.

Adáptate. 

No se estila pensar,
más de la cuenta.

Nos ha tocado vivir
DINERO.


Relativ

Tiempo,
es aquella ficción
que decimos entender
y sucede
entre dos hechos que
decimos conocer.

Tiempo es
al mismo tiempo,
principio y final,
finitud y eternidad,
tanto reciente sangre seca en la boca,
como incontestable memoria viva.

Tiempo,
es lo que hace al hombre corruptible,
efímero;
tan volátil como imprescindible.

Tiempo,
a fin de cuentas,
era lo que había acontecido
entre la partida y el regreso
de la capacidad simbólica.