martes, 19 de noviembre de 2013

Novela gauchesca.

-Eh, ¿A donde vas?-
-Lejos de ti.-

Ocupé el tiempo que aún le quedaba a la noche caminando sin rumbo intentando agotar mis piernas, dándome cuenta de la crueldad impasible por el hombre de la Naturaleza, buscando una buena excusa, certera y convincente, para no volver de nuevo a casa. A mi celda. Sin cigarrillos ni recuerdos paternos.Con contraventanas roídas y sábanas húmedas. Donde siempre los ruidos más insospechados no complementan al silencio; lo ahuyentan, y de paso alimentan mis pesadillas. Todas ellas. En las que aparezco perdiendo continuamente y no siempre tan borracho como me gustaría para poder digerir todos los horrores que en ellas se representan. Hice un alto en el camino. Las hojas extendidas sobre las aceras comenzaban a desnutrirse fundiéndose, debido a la fuerte lluvia, con el cemento. Es posible que la heterogeneidad de la materia no sea a la postre tan evidente, aún nos son extraños aquellos fenómenos diminutos en los que nos negamos a indagar. Existe complejidad latente en todos los extremos, tanto en la realidad cuántica como en los horizontes Universales. Ambos suponen aún un amplio enigma para el hombre. Dependiendo de nuestra percepción, una cosa y la otra pueden llegar a regirse por lógicas muy similares, existe cierto orden estructural y convergente, cierta medida que nos acerque  a una intelección limitada o estadística del aspecto de su esencia. Pero su modalidad fáctica es completamente distinta la una de la otra, operando siempre en variantes de magnitud heterogéneas. El "qué" es subsistente, mientras que el "cómo" está sujeto al cambio. La verdad gusta de esconderse, en un sentido Heideggeriano. Aún persistiendo en su esencia, la verdad ha de ser desvelada. Estatismo y dinamismo, ninguno de los dos cobra sentido sin el complemento del otro. Algo después, deseché tal idea y me centré en la praxis: 
"Si lo que anhelas es conquistar a otra nueva mujer, o en el mejor de los casos, conseguir que se quede prendada de ti; persiste siendo quien eres y como eres... pero cambia la colonia que usas."

domingo, 10 de noviembre de 2013

Cuando me siento un completo gilipollas, entiendo cómo es la cotidianeidad del resto de la gente que me rodea.

Existen ciertas mujeres que no tiene ni idea de lo quieren. Creen saber a la perfección, qué es lo que persiguen. Construyen su parecer, su hacer, su manera de percibir; en torno a ese ideal y toda la supuesta seguridad que brinda la contundente coherencia contenida en dicha idea. Pero tú; que no eres más inteligente que un insignificante grano de maíz grasiento adherido por azar a la campana extractora de la cocina, pero aún más obtuso; que acostumbras a dilapidar la raquítica fortuna que supone tu existencia penique a penique, sabes con certeza que no es así. "Arriba" puede significar "Abajo" en la sola sucesión de 10 minutos. Ni que decir de esto si pensamos en el cómputo de 10 años. A pesar de ello te advierto... Ni se te ocurra cometer nunca el error de decírselo a ellas sin tapujos y de manera directa a la cara. Hay cosas, que al igual que el Tao, no pueden enseñarse: han de de ser aprendidas. Por esta regla de tres, nosotros podemos aprender con intensa seguridad una acepción muy amplia de lo que el término "Relativismo" puede abarcar. Tenemos excelentes preceptoras para ello. No todo está tan perdido. A menos de que esté "jodidamente" perdido. En cuyo caso, siempre puedes sentirte reconfortado de poder seguir respirando y de que, como decía Plinio, la "verdad esté en el vino".